Profe, están robando en la casa de la Majo”.
De esta manera, uno de los estudiantes de una clase virtual de anatomía le avisaba al docente que tres individuos habían ingresado a robar a la casa de otra de las alumnas que estaba conectada también a la sesión de Zoom en la que se desarrollaba el encuentro educativo. Así fue como las imágenes del delito quedaron registradas por la cámara de la PC de la alumna asaltada.
El hecho, que difundido en redes sociales se volvió viral, ocurrió en la ciudad de Ambato, en Ecuador, el viernes pasado y la policía informó luego que los ladrones fueron perseguidos y arrestados tras el robo, según consigna el medio ecuatoriano Expreso.
Entran a robar en una casa en Ambato mientras recibían clases virtuales 😳 pic.twitter.com/8tgo4vg7GB
— Doña Gabita (@gabita) September 4, 2020
La joven se encontraba en su domicilio y escuchaba la clase en su habitación cuando tres hombres ingresaron a la fuerza y comenzaron a hacerle gestos amenazantes. La cámara registró el dramático momento y ahí fue cuando los estudiantes le hicieron saber al profesor, que estaba concentrado en su alocución, lo que pasaba. Entonces comenzaron a preguntarse desesperadamente entre todos qué hacer.
“¿Alguien tiene la dirección o el número de los padres?”. “Yo tengo el número de la mamá”. “¡Llámale, llámale!”, se escucha que dicen, muchas veces a los gritos los adolescentes, sorprendidos por el inesperado suceso.
Mientras tanto, la imagen de la habitación de la joven robada quedó congelada y no se puede percibir bien lo que se ve. Aparentemente, los delincuentes cerraron la computadora, o se la llevaron.
Gracias a la participación de estos testigos circunstanciales del hecho, la policía persiguió a los ladrones y logró atraparlos a la altura de la localidad de San Andrés en la autopista que une Ambato con Riobamba.
Se supo además, según lo informado por el citado medio ecuatoriano, que la muchacha pudo recuperar su máquina.
El caso de la joven robada en Ecuador se suma a una serie de acontecimientos de diversa índole que, alrededor del mundo, quedaron registrados en sesiones de Zoom de clases o reuniones de trabajo.
Personas que aparecieron en paños menores, gente que se quedó dormida, niños o animales que figuraron de manera sorpresiva o hackers que introdujeron videos pornográficos en una clase, son los efectos colaterales -a veces, risueños; a veces, graves- de esta herramienta, cuyo uso se multiplicó a causa de la pandemia de coronavirus.
0 comentarios